Siete consejos sobre la música en Cuaresma
Santos Moncion
marzo 11, 2019
Centinela de la liturgia

No podemos olvidar que el tiempo de cuaresma es un tiempo penitencial; tiempo de austeridad, que se manifestará tanto en el ornato del templo como en el canto.
Esta austeridad hay que destacarla para que resalte más el gozo cuando se haga desbordante en la Pascua. Por este motivo, desde el comienzo de la cuaresma hasta la vigilia pascual queda prohibido adornar con flores el altar; no se recita ni se canta el Aleluya en ninguna celebración, incluidas las Solemnidades y las Fiestas.
En éste tiempo también se suprime el canto del Gloria. Sólo puede ser cantado (se recomienda que sea recitado para guardar la austeridad del tiempo) en la Solemnidad de San José (19 de Marzo) y de la Anunciación del Señor (25 de Marzo).
Los instrumentos musicales no acompañan «festivamente», sólo se permiten para sostener el canto, como corresponde al carácter penitencial de este tiempo es decir, acompañan «prácticamente».
Un detalle la pedagogía maternal de la Iglesia es la excepción en todo este largo recorrido en la austeridad: El cuarto domingo de cuaresma, domingo Laetare (es decir, “Alégrate” por la proximidad de la Pascua), se permiten los instrumentos y el adorno discreto del altar con flores.
En este período Cuaresmal se debe tener en cuenta el valor de la austeridad, del silencio contemplativo y penitencial. Aquí siete consejos:
1.- Al comienzo de las celebraciones podemos tomar un canto que nos introduzca en el sentido de nuestro caminar hacia la Pascua. Proponemos el mismo durante los cinco domingos para que se lo cante bien y sin depender de los cancioneros.
2.- La Cruz es un signo central de este tiempo que se puede destacar en la procesión de entrada. Así también los cantos que durante la Adoración de la Cruz hacen referencia al misterio de la Redención, al triunfo del crucificado, a la fuerza del amor que vence a la muerte y al pecado, y a nuestro seguimiento sincero y fiel del camino que abre la Cruz.
3.- LOS SALMOS tienen una importancia enorme al momento de contemplar y responder a la primera lectura.
4.- La Aclamación del Aleluya se suprime durante este tiempo lo mismo que el Gloria: en su lugar se canta una aclamación adecuada que nos prepara para escuchar la Buena Noticia.
5.- El canto final podría suprimirse y dejar a la asamblea que se retire en silencio.
6.- También el canto de presentación de dones puede ser un canto cuaresmal, aunque su letra no hable específicamente del pan y del vino.
7.- LOS CANTOS DE SEMANA SANTA NO DEBERÁN SER UNA INNOVACIÓN DE ÚLTIMO MOMENTO. Será importante ensayarlos y cantarlos durante la Cuaresma.
